“2017 ó 1017”

Enero 25, 2017

Un nuevo año, un nuevo comienzo; uno espera que al entrar el año las cosas mejoren en su persona, familia, colonia, municipio, estado y nación; pero como van a mejorar si se sigue haciendo la misma actividad que en el año viejo y en este 2017 parece que se repite lo hecho hace mil años; para empezar nuestros gobernantes siguen pensando que al ocupar un puesto público de elección se convierten en reyes, reinas, princesas, princesos, duques, Marqueces, señores y amos del territorio que los eligió; desconectándose del cargo que representan dentro de una democracia como lo es presidente, gobernadora, gobernador, alcalde, diputado o regidor, cuya función es ser la voz del pueblo y hacer lo que la mayoría de sus representados quieren para lograr el bien común y es así como tenemos gazolinazos que más que velar por la estabilidad de la sociedad, buscan la manera de llenarse sus bolsillos para seguir disfrutando de grandes festines en sus casas blancas, inventando impuestos para seguir manteniendo sus privilegios que en muchos de los casos parecieran hereditarios por ser hijos, primos, sobrinos o Groom of the Stool', de quién se supone es la máxima autoridad; pero en una democracia la máxima autoridad es el pueblo, pues de el dimana el poder y se encuentra establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Méxicanos de 1917.

Otro ejemplo es la famosa salutación o sea, que necesidad hay de destinar recursos económicos y humanos para saludar al Gobernador del Estado, pero más aberrante me parece que acudan universitarios a dicho evento, cuando su deber deber es formar liderazgos en cada estudiante, para que sin necesidad de un cargo, estén pendientes de contribuir al desarrollo de su comunidad; Colima necesita más líderes ciudadanos y el gobernador debería salir a saludar casa por casa a la comunidad más vulnerable, la colonia más pobre del Estado y así, darse cuenta de la realidad que viven los que en verdad mandan y no vivir en una cúpula de gente privilegiada que con tal de no perder su “clase”, aplauden y dicen lo que quiere oír aunque no sea lo correcto. Un buen gobernante, acude a conocer lo qué molesta a la población.

Qué molesta a la población; que no se les escuche, que no se les cumpla, pero sobre todo que afecten su economía, pues al hacerlo, afectan su alimentación, lo que afecta su salud pero sobre todo su confort y al acabarse el confort, se procesan los cambios y los cambios llevan a revoluciones, lo cual altera la estructura de toda sociedad; pero esos cambios siempre se dan con sangre, para que llegar a esos extremos si pueden hacerse pacíficamente; ¿cómo?, siendo sensibles con los habitantes que los Gobernantes representan, dejando de inventar impuestos para robárselos y utilizarlos en lo que debe ser; que es mejorar los servicios públicos y administrativos de los tres ordenes de gobierno. Los gobernantes necesitan innovar en la forma de administrar, sin necesidad de aumentar los impuestos; un gobierno que aumenta impuestos es un mal gobierno.

¿En qué año estamos 2017 o 1017?, ya viene el 2018. En la medida que nuestros gobernantes resuelvan las problemáticas de la población, es decir teniendo un gobierno justo, sin tanto impuesto, servicios de calidad, cuidado del medio ambiente y sean congruentes en su decir como en su actuar, la sociedad les dará a ellos lo que quieren en el siguiente proceso democrático.

MEYLY PASTORA BELTRÁN ROLON